Odio las montañas rusas, las odio con el alma. Y Universal Orlando Resort tiene cinco. A medida que este texto prosigue, verán como las voy evitando todas y cada una durante un día entero de viaje en los dos gigantescos parques temáticos dedicados al cine, la televisión y los comics que esta compañía ofrece. Pero todo lugar guarda sorpresas, y este no sería la excepción.
Universal Orlando Resort es un complejo turístico que consiste en dos parques temáticos, Universal Studios Florida e Islands of Adventure. Un lugar que, junto a mi compañero de viaje Francisco, visitaríamos una mañana de fines de Febrero, día en que nuestras mentes volaron al compás de algunos de nuestros personajes ficticios favoritos.
Para acceder a este sitio desde Orlando Downtown existe la opción de tomar transporte público (que tarda cerca de 90 minutos), llamar un taxi, o hacer lo que nosotros, viajar en Uber, método económico, seguro y veloz, que en menos de 20 minutos te deja en la entrada del parque. Adjunto el mapa del complejo en ESTE LINK.
Tras pasar por la zona llamada ‘City Walk’, una zona de restaurantes y entretenimiento que entre otras cosas posee el Hard Rock Cafe más grande del mundo, accedimos a la boletería. El ticket para entrar a cualquiera de los dos parques temáticos tiene un valor de 105 USD, mientras que para tener acceso a todo el conjunto, el precio es de 155 USD, entrada que nosotros compramos.
Universal Studio Resort está dividido en 6 áreas que nombraré a medida que vamos avanzando. ¿La primera? Hollywood, que cuenta con atracciones como el show de Terminator 2 en 3-D y el Horror Make Up Show, que habla de los efectos especiales en las películas de terror, y que está ambientado en un teatro similar al Pantages de Los Angeles.
Tras Hollywood, cruzas la zona de los más pequeños, Woody Woodpecker Kidzone, y llegas al lugar que antiguamente cobijaba el mundo de Volver al Futuro, hoy convertido en esa extraña ciudad dominada por ciudadanos amarillos llamada Springfield. ¿Nos encontraríamos a Homero haciendo de las suyas sobre un Delorean?.
La oferta en Universal Studios es completa, a las atracciones se suman numerosos restaurantes, bares, tiendas de recuerdos y concursos. En Springfield puedes tomarte una cerveza Duff en el bar de Moe’s, comerte una hamburguesa Krusty o subirte a nuestro primer juego, el simulador The Simpsons Ride, dónde acompañamos a Lisa, Bart, Homero, Marge y Maggie a escapar de las garras del malvado Bob Patiño. Personajes que, si tienes suficiente suerte como yo, puedes encontrar caminando pacíficamente por ahí.
La zona que inicia con Springfield se llama World Expo, y cuenta también con una atracción de Men in Black (que no recomiendo a excepción que sean muy fans de la serie) y otra llamada Fear Factor Live que es un magnífico show de efectos especiales y dobles de acción que se realiza un par de veces al día.
Más adelante vendría el plato fuerte, el sueño de mi amigo Francisco y la cuarta zona del parque. La arquitectura cambiaba y se asemejaba a una calle de Londres, y un bus de tres pisos en la entrada algo nos intentaba decir. Varitas, capas, muñecos vudú y un lugar que nos llenaba de magia estaba por venir. Al fondo, un pasillo de ladrillos nos transportó instantáneamente al Callejón Diagón, habíamos llegado a The Wizarding World of Harry Potter.
Para quienes gustan de la saga de Harry y sus amigos, este lugar no tiene comparación. El merchandising se apodera de las tiendas, que lucen tal cual lo hacían en las películas. ¿Quieres la varita de alguno de tus magos favoritos? Pues, visita Olivanders. ¿O quieres servirte la famosa cerveza de mantequilla? Entonces ve al Caldero Chorreante. ¿Gustas probar una de las grajeas de todos los sabores? Sortilegios Weasley es tu sitio. En este lugar vivirás por un día el mundo de Harry Potter como en ningún otro. Y ahí estábamos nosotros entrando a todas las tiendas.
En el centro del Callejón Diagon encontramos el Banco de Gringotts, lugar dónde Harry guarda su fortuna y que está custodiada por un enorme dragón en su tope, el cual cada cierto tiempo escupe una llamarada que te calienta hasta las entrañas. En su interior, los duendes invitan a la mayor atracción del lugar, el simulador ‘Escape from Gringotts’, una intensa aventura multidimensional para escapar de los magos enemigos en medio de las bóvedas subterraneas.
En este punto del viaje es dónde comprar el ticket para ambos parques gana absolutamente toda validez, porque te da derecho a transportarte entre ellos en el tren de Hogwarts, en la archiconocida plataforma 9 3/4 de la estación King Cross, en Londres, recreada de forma magistral por el complejo. En su interior, habitaciones para 6 personas presentan un inolvidable escena que te sumerge en su totalidad al universo creado por J.K. Rowling, con sombras y voces que hacen imaginar a los personajes dentro del mismo tren. Una verdadera locura.
El recorrido nos deja en Hogsmeade, el área dedicada a Harry Potter en el otro parque, Island of Adventure. Acá está el castillo de Hogwarts y también aparecen las primeras dos montañas rusas del viaje que lógicamente preferí esquivar, Dragon Challenge y Flight of a Hippogriff. En las afueras, un escenario emerge con eventos sucesivos entre estudiantes de las 4 casas de Hogwarts con ranas cantares o la habilidad y gracia del show del torneo de los 3 magos.
Al interior del castillo, el simulador ‘Harry Potter & the Forbidden Journey’ (y mi favorito de todo el parque) nos montaba en una escoba y nos hacía volar en medio de un partido de Quidditch junto a Harry y sus amigos, dónde previamente recorreríamos los rincones del castillo, teniendo la oportunidad de conocer al Sombrero Seleccionador o leer periódicos con imágenes móviles.
Cada atracción que involucre movimientos bruscos en Universal Studios Resort (tales como simuladores o montañas rusas) cuentan con lockers individuales para dejar tus pertenencias, los cuales son gratuitos por el tiempo que tarda la atracción. Si gustas guardar tus cosas permanentemente debes pagar adicional.
Estábamos saliendo del castillo de Hogwarts y recuerdo ver a mi amigo Francisco alucinando. Estaba sintiendo esa sensación de satisfacción y gratitud interior por estar dónde estaba, y vivir lo que estaba viviendo que yo había tenido en muchos lugares durante mis anteriores viajes, un verdadero sueño. Para mi, en tanto, esto seguía siendo sólo un parque de diversiones, pero eso estaba por cambiar al considerar lo que venía a continuación: El Parque Jurásico.
He visto Jurassic Park un millón de veces, y nunca me canso de verla. Este lugar te produce escalofríos porque la trama de la película es exactamente la misma: un parque temático creado por el millonario John Hammond en Costa Rica. El lugar cuenta con algunas atracciones de la película original y numerosos dinosaurios robots que aparecen entre el bosque, así que cuidado donde caminas. Finalmente almorzamos en el Jurassic Park Discovery Center, un lugar cerrado donde los niños pueden realizar actividades y aprender sobre paleontología, descubriendo nuevos dinosaurios de fósiles o mirando dentro de un huevo por nacer. Acá, el esqueleto del T-Rex, tal cual fue diseñado para la primera película, coronó la visita.
La siguiente isla del parque es ‘Toon Lagoon’. Con más de 150 caricaturas, una de las favoritas de los niños de este lado del Resort. Betty Boop, Popeye el Marino, Flash Gordon o Asterix son algunas de sus estrellas. Esta zona posee variadas actividades con agua, muy necesarias para capear el calor floridano, todo rematado por una gigantesca caída de agua llamada Dudley Do-Right’s Ripsaw Falls.
Aún quedaba un lugar destacable en el parque Island of Adventure, y ese era definitivamente el paraíso de las historietas, the ‘Marvel Super Hero Island’. Los juegos acuáticos dieron paso a coloridos edificios, dignos de la arquitectura de revistas cómicas. En frente de nuestros ojos teníamos a Wolverine, a Magneto, a Silver Surfer, al Capitán América, a Thor, a Spiderman y cuanto otro superheroe pudieses imaginar.
Entre innumerables tiendas de recuerdos y restaurantes encontramos 3 grandes atracciones, la montaña rusa de Hulk (cerrada por remodelación), el Doctor Doom’s Fearfall que te lanza por los aires a gran velocidad, y nuestro favorito, el simulador 3-D del Amazing Spiderman. En esta atracción ambientada completamente en New York, el hombre araña debe evitar que el Sindicato Siniestro tome control de la estatua de la libertad. Una maravilla en que el movimiento y los efectos de agua, electricidad y fuego están a la orden del día.
La vuelta a Universal Studios Florida (nuevamente tomando el tren de Harry Potter desde Hogsmeade a King’s Cross) fue en el momento preciso, porque coincidió con la aparición de la Universal’s Superstar Parade, show en que las calles del parque pasan a ser un escenario y las caricaturas y dibujos animados se toman la ciudad. Esta atracción no se hace presente todos los días ni en todos los horarios, así que de verdad fuimos muy afortunados de encontrarla. Bob Esponja, Patricio y Calamardo junto a Mi Villano Favorito y sus minions, entre otros, eran los animadores de este tremendo espectáculo.
Hacer ambos parques en un día es un reto durísimo y cansador. Lógicamente nos faltaron actividades por hacer (como Los Transformers, por ejemplo) y creo que la mejor recomendación es darte un día completo para cada uno. Tras cerca de 8 horas recorriendo Universal Studios Florida decidimos descansar en la zona ‘Production Central’ y esperar el espectáculo pirotécnico de la noche, pero en este lugar hasta descansar para hacer tiempo es irreal. Cabeza en el cesped, a un costado teníamos la Hollywood Rip Ride Rockit, la gigantesca montaña rusa del parque, y al otro costado un show de Break Dance a cargo de los Street Breakz.
Había cumplido mi cometido. Había tenido un tiempo de ensueño en Universal Studios Florida y había arrancado de todas las montañas rusas del parque. Cómo teníamos unos minutos previos a los fuegos artificiales, decidimos visitar nuestro último simulador, ‘The Revenge of the Mummy’ en el área del parque conocida como New York. A medida que la fila avanzaba comencé a notar en las paredes de los costados un texto que me incomodó, algo como «Esta montaña rusa de alta velocidad…» y me di cuenta del problema: ERA UNA MONTAÑA RUSA TECHADA. Que podía hacer, tenía 100 personas detrás mío, era hora de afrontar el miedo. Primera fila del vagón y a vivir la vida que es una sola.
Sólo diré que no estuvo tan malo como imaginé, pero era gracioso ver a chicos de 6 años arriba sin problemas y uno intentando digerirlo de a poco. El postre de este viaje definitivamente fue el espectáculo pirotécnico que celebra los 100 años de la cadena Universal, con imágenes de escenas de sus más populares filmes, acompañado por un show de fuentes de agua en la laguna central y por los fuegos de artificio que llenaban de colores y sonido la magnífica noche de Orlando. Un día que pasará a la historia como uno de los mejores de nuestras vidas.