Hasta ahora los dos textos anteriores sobre la Gran Manzana han sido sobre actividades gratuitas y largas caminatas por Lower Manhattan y por Midtown y el Central Park. En este último post me gustaría contarles un poco sobre cómo pueden organizar su propio itinerario acerca de actividades pagadas para realizar y de qué forma pueden optimizar el gasto en los días que tengan disponible. Finalmente les haré una pequeña reseña de las actividades que yo escogí para visitar.
En New York la mayoría de las atracciones cuestan dinero y solicitan ticket de entrada, por tanto se crearon diferentes opciones de pases para entrar gratis a varias lugares en relación a los gustos de cada uno. Proseguiré mencionado los tres pases más conocidos.
1) NEW YORK PASS: Este es el pase más completo de todos. Lo compras y tienes acceso gratuito a más de 85 atracciones en toda la ciudad. El valor del pase depende del número de días que decidirás tenerlo activo. 1 día = 109 USD, 2 días = 189 USD, 3 días 191 USD, 5 días = 239 USD, 7 días = 271 USD y 10 días = 319 USD. (Precios Junio de 2016). Visitar www.newyorkpass.com para más información porque constantemente hay promociones.
2) CITYPASS: Este pase no te cobra en relación al número de días como el anterior, sino que te cobra un precio fijo de 116 USD para visitar 6 atracciones, tres obligatorias y tres a elegir. Las obligatorias son el Empire State Building, el Museo Americano de Historia Natural y el Museo Metropolitano de Arte, y las otras se eligen de entre el Top of the Rock o el Museo Guggenheim, la Estatua de la Libertad y Ellis Island o el Crucero Circle Line y entre el Memorial y Museo del 11S o el Museo Intrepid del Mar, Aire y Espacio. El ahorro en dinero es de un 40% y tienes un periodo de 9 días para visitar los lugares.
3) NEW YORK EXPLORER PASS: El último pase te da la libertad para escoger tus lugares favoritos de una lista, y simplemente te ofrece un descuento en relación a tu elección final. La lista la componen 63 atracciones y el valor de los pases depende de las que elijas. 3 Opciones = 77 USD, 4 Opciones = 105 USD, 5 Opciones = 120 USD, 7 Opciones = 150 USD y 10 Opciones = 180 USD. Dependiendo tu decisión, es posible llegar a ahorrar hasta un 45% del valor real y tienes un plazo de 30 días para visitarlos.
La verdad es que no creo que un pase sea completamente mejor que otro, sino que para diferentes tipos de visitantes hay diferentes alternativas. Si quieres visitar la mayor cantidad de lugares posibles, el New York Pass es tu mejor opción, o si sólo quieres visitar algunos destinos puntuales, te recomiendo el New York Explorer Pass, o si simplemente vienes a ver los mayores imperdibles de la ciudad por un módico precio, el CityPass es para ti.
Personalmente a mi me interesaban sólo 4 lugares: el tour a la Estatua de la Libertad y Ellis Island, la exhibición Star Wars & the Power of Costume en Times Square, subir al observatorio Top of the Rock y el tour por el Madison Square Garden, pero tuve la oportunidad de encontrar un ticket barato para ver un evento en el MSG, así que desistí de este último tour. Finalmente, por sólo 77 USD en el New York Explorer Pass tuve acceso a las primeras tres atracciones.
BIG EAST EN EL MADISON SQUARE GARDEN
Mis días en New York coincidieron con el campeonato Big East de baloncesto universitario masculino. Este campeonato define que equipo participará en el March Madness, el campeonato nacional de universidades. Revisando en internet encontré unos tickets baratos para asistir a dos partidos (Georgetown vs DePaul y Marquette vs St. John’s) y fui a cumplir mi sueño de visitar el MSG, el coliseo más famoso del mundo.
Aún considerando que yo había estado fuera de 6 estadios de la NBA y que había podido entrar a dos de ellos, este lugar era alucinante: 5 pisos, capacidad para más de 20.000 personas y una historia envidiable. Como al comprar los tickets desistí del tour por el estadio, llegué temprano para darle algunas vueltas alrededor, y así poder ser mi propio guía turístico.
De verdad cuesta creer que uno esté parado en el mismo lugar donde George Harrison realizó famoso Concert for Bangladesh, donde tocó Elvis Presley a llenos absolutos y donde Billy Joel registra el record de más llenos en noches consecutivas con doce. Mismo lugar en que Muhammad Ali y Joe Frazier protagonizaron la pelea del siglo y en que Joe Louis y Rocky Marciano batallaron en 1951. También donde se realizó el primer Wrestlemanía de la lucha libre y donde Marilyn Monroe cantó el mítico «Happy Birthday Mr. President» a John. F. Kennedy. La lista de eventos era interminable, no podía creerlo.
Antes de que comenzaran los partidos, la visita ya se había pagado sola. Así que me senté en mi lugar (cerca de la última fila) y disfruté del primer juego. El estadio estaba a menos de un 20% de lleno y noté que nadie revisaba entradas de ningún tipo, así que no tuvo que pasar mucho tiempo para que mi ubicación en la arena cambiara constantemente y terminara viendo el espectáculo de bastante cerca. Una maravilla, y todo por menos de 15 USD.
TOUR ESTATUA DE LA LIBERTAD Y ELLIS ISLAND
El primer tour pagado en Manhattan fue al ícono máximo de New York, la Estatua de la Libertad. Existen numerosos tours que la visitan, pero sólo uno de ellos desciende a los pies del enorme monumento, Statue Cruises, ya que el resto sólo navega a su alrededor y para eso recomiendo tomar el ferry gratuito a Staten Island.
Los tickets se compran presencialmente en Castle Clinton, el fuerte circular situado en Battery Park que resulta ser monumento nacional del país. También se pueden adquirir via online, donde incluso puedes reservar con meses de antelación tickets para subir a la corona o al pedestal a precios mayores. Cualquiera de estas entradas, da derecho a visitar Ellis Island, sin excepción.
Descendiendo en Liberty Island te encuentras a los pies de ella, obsequio de franceses a estadounidenses por el centenario de la Declaración de Independencia y para representar amistad entre las naciones. Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, fue diseñada interiormente por Gustave Eiffel, mismo de la torre que lleva su apellido.
Como toda atracción turística de este tipo, estábamos atestados (y apestados) de gente, pero si de verdad te tomas un tiempo para mirarla más allá de la arquitectura misma, produce una energía especial. Ni hablar de lo que simboliza: cada vez que un inmigrante post 1886 llegaba a los Estados Unidos desde el Atlántico era lo primero que veía, un verdadero símbolo de libertad y emancipación.
La segunda parte del tour es en Ellis Island, lugar que contiene el Museo de la Inmigración. Por más de 60 años Ellis Island fue la puerta de entrada a los Estados Unidos de cerca de 12 millones de inmigrantes, y esto explica en buena manera lo inmensamente multicultural de esta ciudad. En este lugar se hacía el papeleo necesario y los controles de las personas que querían ingresar al país, mayormente desde el Atlántico.
En el museo hay fotos, objetos personales y todo tipo de recuerdos de quiénes entraron a través de esta isla. Leer algunas de las historias de vida de los inmigrantes te estremece hasta los huesos. Para uno que esta en este lugar de visita, sólo disfrutando y aprendiendo, y leer sobre como se escapa de un país en busca de una tierra de oportunidades que podría ni siquiera existir, y que también podría no ser lo que siempre soñaron, es brutal. Y pensemos que esto está pasando hoy en Oriente Medio, HOY.
En el área exterior de la isla está el «Wall of Honor», una placa con más de 500.000 nombres que pasaron por este lugar, y una de las vistas más pacíficas del sur de Manhattan. Una buena forma de terminar este primer tour por New York.
STAR WARS & THE POWER OF COSTUME
Mi presupuesto no era lo abultado como para asistir a un espectáculo de Broadway o a varias exhibiciones del área de Times Square, por tanto hubo necesidad de ser selectivo. Primero, volví a visitar la famosa y multitudinaria zona, esta vez de noche, para dimensionar lo imponente que son esas pantallas gigantes y esas luces y colores. Veo esto y recuerdo esas noches en Montañita, Ecuador, dónde por las noches las discotecas y bares consumían toda la electricidad del pueblo y la gente local debía pasar muchas noches en vela.
Segundo, me dirigí a Discovery Times Square, un conocido centro de exhibiciones para ver Star Wars and the Power of Costume, una muestra con 70 trajes hechos a mano para cada una de las seis primeras películas de Star Wars. En un mundo fílmico donde muchas escenas se hacen delante de una pantalla verde, es el vestuario el que da la personalidad y conecta al actor con su personaje.
Es inimaginable para un fan de Star Wars estar frente a los trajes originales de Darth Vader, o de Chewbacca, o todos los vestuarios de la Reina Amidala, o Han Solo congelado en carbonita. El mundo creado por George Lucas estaba frente a nosotros, gracias a artistas conceptuales que ponen las ideas en papel y a diseñadores de vestuario que producen estas fantásticas prendas. Como sorpresa, la exhibición nos entrega sobre el final algunos vestuarios de la última película, el Despertar de la Fuerza. Colosal. Para cualquier fan de Star Wars, ver esta exhibición tu debes.
TOP OF THE ROCK
Esta fue mi última actividad en New York. Tan así, que desde la cima del 30 Rockefeller Plaza me fui directamente al terminal para dejar la ciudad y culminar una semana de ensueño.
Para tener una vista panorámica de la ciudad tienes 3 alternativas: El Empire State Building, el One World Trade Center y el Top of the Rock, todas bordeando los 30-35 USD de precio. Personalmente, al único que no recomiendo subir es al Empire State, porque es conocido el mal trato de sus trabajadores, la agobiante insistencia de sus vendedores, y porque, la verdad, el edificio como símbolo vale la pena verlo en la panorámica y no estar sobre él. Sobre los otros dos, lo dejo a libre elección. Yo quería ver el Central Park desde arriba, así que 30 Rock fue mi elección.
30 Rockefeller Plaza es un edificio de 70 pisos, siendo recién el 14vo más alto de New York, y es conocido por albergar en su interior la cadena de televisión NBC y todos sus estudios. La experiencia comienza en tanto entras al edificio con una muestra de fotos icónicas de distintos momentos del Rockefeller Center, desde la famosa fotografía «Lunch atop a Skyscraper» tomada en el piso 69 durante su construcción en 1932, hasta el popular árbol de navidad que se instala cada fin de año en la base del rascacielos. El viaje en ascensor al piso 67 es otra aventura, con una fantasía audiovisual sobre el techo del elevador que la hace aún mas placentero. Y ahí llegamos.
La vista era todo lo que esperaba encontrar al escoger este lugar: el Central Park en su máxima expresión al norte, mientras que el Empire State Building y todo Downtown Manhattan al sur. Incluso detrás del icónico edificio es posible divisar el One World Trade Center y pequeñita al final, la Estatua de la Libertad.
¿Que gran ventaja tiene Rockefeller Center en relación a los otros miradores? Al igual que los otros, tiene dos pisos enjaulados por gigantes cristales, pero la diferencia es que el último piso, el 70, está completamente abierto sin ningún obstáculo que impida una limpia vista panorámica de la Gran Manzana. Lógicamente, el visitar este lugar a pocos días de iniciar el invierno estadounidense hace que mi vista no sea lo iluminada o lo verde que uno querría. Pero qué importa. Estábamos, eso es lo que importa.
La mejor hora definitivamente para visitarlo es unos 30 minutos antes del atardecer, así tienes la oportunidad de encontrarte en una sola ida con la vista diurna y la vista nocturna (que es envidiable). Con este regalo final me despedía de Gotham, de la ciudad que nunca duerme. Debo admitir que por un momento pensé que New York era un lugar sobrevalorado, pero no, de verdad no lo es. Es imposible pasar una semana acá y no querer volver en el futuro. Yo sólo espero que sea más pronto que tarde y que, mientras tanto, cada vez que escuche a Sinatra ya no piense en un sueño a futuro, sino que recordaré un sueño cumplido.