Habiendo pisado todos los países de Centroamérica y encontrándome con tantas maravillas diferentes en los 7 diferentes territorios que la componen, me causa una profunda sensación de tristeza lo que a diario se escucha de estos dos países en los cuales viví momentos de placer y felicidad, nunca habiéndome sentido inseguro ni en peligro. Ambos se pasean por los ranking de los países más violentos del mundo y sus capitales sufren la misma lamentable situación. Lo que aquellas listas no mencionan es que visitar estos lugares puede cambiarte la vida o al menos la forma de pensar. Verás que quienes te reciban allá tienen un corazón tan grande que no les entra en el pecho y que podrían verte partir con más intenciones de volver que nunca.
Les dejo los enlaces a los textos que escribí en mis días en Honduras y El Salvador. Y ahora cierro el ciclo con este que explicará un poco los imperdibles turísticos de cada uno.
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Capitales
Este año 2018 San Salvador y Tegucigalpa ocupan los puestos número 17 y 35 respectivamente de las ciudades más violentas del mundo (por número de homicidios), pero lo que no te dicen es que cuentan con didácticos museos, miradores panoramicos, imponentes teatros y parques con importantes monumentos. Que una de ellas guarda en las profundidades los restos de un santo y que la otra significa Cerro de Plata y que ambas están localizadas en profundos valles rodeados de montañas. Sus mercados e iglesias te esperan sin duda.
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Ciudades Coloniales
Lugares en que la arquitectura cuenta historias, museos a cielo abierto. Cada uno de estos dos países cuenta con ciudades que demuestran que el paso del tiempo y que los desastres naturales no necesariamente rompen con una tradición de construcción que lleva siglos en perfeccionarse. Las ciudades de Comayagua o Amapala en Honduras y Santa Ana o Sushitoto en El Salvador poseen centros históricos que te harán viajar en el tiempo y aprender del pasado de cada una de estas regiones, desde la colonia española hasta los tiempos actuales.
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Parques Nacionales
Porque la naturaleza y los lugares en conservación también tienen un espacio en estos países. A pesar de tener fama de ser sucios a la hora del desecho de basura en la vía pública, en los parques nacionales uno suele encontrarse con mejores condiciones para con el medio ambiente y algo más de responsabilidad ciudadana. Destaco los parques del Boquerón y el Imposible en El Salvador, mientras que los de Cerro Azul Meambar, La Tigra o Pico Bonito en Honduras.
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Cascadas
Ambos países poseen innumerables cascadas que engalanan a cualquier visitante. Sus geografías y lo aún verde de sus campos hace que continuamente se estén encontrando nuevas caídas de agua de todos los tamaños y formas y así se vaya actualizando el registro de estas bellezas que nos encantan a todos. En Honduras es posible conocer la famosa cascada Pulhapanzak en la zona de Yojoa o el Salto del Ángel de más de 140 metros de altura en la Villa de San Antonio, Comayagua. El Salvador por su parte cuenta con esta fantástica cascada de agua termal llamada Salto Malacatiupan en Ahuachapan, los chorros de la Calera en Juayua o los Tercios en Sushitoto.
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Lagos y Lagunas
En este apartado El Salvador muestra una mayor cantidad de lagos y lagunas debido a su cadena volcánica que tras años de erupciones formó estos elementos en sus crateres, pero Honduras guarda en sus tierras el enorme Lago de Yojoa, rodeado de parques nacionales y montañas, parada segura si vas de la capital a las playas del Caribe. En el Salvador encontramos el cielo reflejado en las cristalinas aguas del Lago de Coatepeque, como también el Lago Ilopango cerca de la capital y la laguna Cuzcachapa, antiguo cenote sagrado indígena.
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Playas
El pacífico salvadoreño y el caribe hondureño reflejan grandes diferencias, pero lo hermoso de sus playas va más allá del color de sus aguas o la cantidad de actividades que puedas realizar en ellas. En El Salvador playas como el Zonte o el Tunco en La Libertad y el Cuco en La Unión son el paraíso para los surfers o para quien busca paz y tranquilidad, mientras que las turquesas aguas de Roatan, Tela o Utila en el norte de Honduras son perfectas para la práctica del snorkeling y el buceo en un ambiente mucho más turístico.
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Volcanes
Es cierto que a pesar de su gran extensión, Honduras casi no cuenta con volcanes debido a estar fuera del cinturón de fuego del Pacífico, pero si muestra a un costado de la frontera con Nicaragua y El Salvador, en el golfo de Fonseca, islas formadas de volcanes que terminaron creando comunidad en ellas como El Tigre y Zacate Grande. El Salvador, en cambio, encuentra en toda su extensión una línea de volcanes bien definida donde es posible mencionar el Conchagua, el San Miguel o el popular Santa Ana con esa laguna turquesa en su cráter.
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Sitios Arqueológicos
Aún cuando Guatemala es el corazón del mundo maya, la expansión geográfica de su imperio llegó a tocar y asentar comunidades en lo que hoy se conoce como El Salvador y Honduras, por ejemplo en el primero vemos los vestigios de pirámides mayas en las ruinas de El Tazumal en Chalchuapa, o también la antigua ciudad llamada la Joya de Ceren, patrimonio UNESCO de El Salvador. En Honduras, por su parte, encontramos el gigantesco sitio arqueológico de Copán en el departamento del mismo nombre, lugar que almacena el mayor texto de jerolificos tallado en piedra que se haya encontrado en América.
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Cavernas
Son un atractivo turístico que poco a poco hace a más visitantes observar sus bondades naturales. En El Salvador es posible recorrer la historia dibujada en pinturas rupestres en la Cueva del Espíritu Santo en el pueblo de Corinto o también nadar en las aguas turquesas del parque acuático Altos de la Cueva en San Miguel; por su parte la iluminación y accesibilidad han hecho de la Cueva de Taulabe en Honduras una atracción imposible de perder, o las Cuevas funerarias de Talgua en Olancho, una de más de 3000 en este municipio.
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Islas
Las pocas islas salvadoreñas que existen están ubicadas en el Golfo de Fonseca y cuentan con decenas de años de conflictos con Honduras por el debate de su propiedad, entre ellas se considera las islas de Meanguera, Conchaguita o Zacatillo. A su lado se encuentran las islas del Tigre y Zacate Grande de soberanía hondureña. Al extremo norte es donde Honduras considera el mayor territorio insular con las islas garifonas de Roatan, Utila, los cayos cochinos o Guanaja, entre otras, mostrando al mumdo sus colores turquesas y su enorme reserva natural.
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Gastronomía
Comer, uno de los placeres más hermosos de esta vida. Ambos países nos enseñan que a pesar de compartir fronteras, a uno y al otro lado se consumen diferentes manjares dignos de degustar. Me detendré en dos en particular: la baleada hondureña y la pupusa salvadoreña. La baleada es una tortilla de maíz sobre la cual se coloca frijol, queso, huevo frito y a veces aguacate para luego cerrarla a la mitad, te aseguro que no podrás comerte sólo una. La pupusa, en cambio, mezcla la masa del maiz con los ingredientes al momento de prepararse, normalmente con frijol, queso o chicharrón, pero su fama la ha hecho innovar en todo tipo de sabores y estilos. Los mejores snacks que en ambos países podrán comer.
Finalmente dejar un espacio para repetir que a pesar de todas estas maravillas naturales, arquitectónicas y gastronómicas que ambos lugares tienen para ti, lo mejor siempre estará en la sangre que cada uno de ellos lleva dentro, esa que no duda a la hora de sacarte una sonrisa o ayudarte en lo que sea necesario, porque son gente de bien y a final de cuentas es lo que te hace volver a un sitio. Los atractivos seguirán ahí de igual manera, son las amistades las que perduran y después de visitar Honduras y El Salvador querrás volver una y otra vez.
Un comentario
Fran Tilley
Muy verdadero, buen camino mi amigo💕