Dejé suelo venezolano en febrero de 2017, hace largos 13 meses, y no hay día que no recuerde aquel país con cariño. No tengo un país favorito de los ya visitados, pero no dudo al enunciar que Venezuela es el lugar al que volvería hoy mismo si fuese posible, sin importar las condiciones en que hoy viven. Aquellos seres humanos merecen compañía, merecen apoyo y es doloroso ver como todo esto ha ido evolucionando desde entonces, al punto de estar ad portas de una guerra civil en que muchos perecerán. Dejando de lado los colores políticas, en término de derechos humanos no hay una bandera, sino respeto y solidaridad por todos quienes habitan este planeta y más si se encontran en tiempos de crisis.
Durante mi estadía en Venezuela recibí muchas manos de apoyo que me sostuvieron durante mis primeros meses porque mi proyecto incluía vivir con menos de lo que lo hacía un local. Así fue como conocí, entre tantas personas, a Ángel, un chico con una historia que daría para escribir un libro y admirarlo de por vida. Hace unos días Ángel me contactó para ser parte de una cruzada solidaria que caló profundo en mi corazón y sobre la cual acepté sin vacilaciones. Ángel, por medio de la iglesia cristiana «Jesucristo es mi Señor» a la que asiste y a la fundación «La Mega Visión», un ministerio dentro de la iglesia que se abarca totalmente al trabajo social y mediante los cuales sirven a las comunidades de su ciudad, Santa Ana de Coro, con actividades educativas de prevención y concientización sobre los problemas que afectan a su sociedad hoy en día. Su trabajo va dirigido a niños, niñas y adolescentes, ancianos en situación de calle, hombres y mujeres (de cualquier edad) en situación de riesgo, personas drogadictas, alcohólicas o con cualquier otro tipo de vicio.
Entre las numerosas actividades que la fundación organiza, hay una que le compete a mi amigo Ángel y ahora también a mí. Durante años cada día domingo, aprovechando que los fieles asisten a la iglesia a escuchar el sermón y a comer, se ha utilizado el comedor de la misma para preparar un almuerzo comunitario destinado a niños y al servicio de la fundación, actividad en que todos los servidores de esta colaboran de forma gratuita. Estos niños se encuentran en condición de calle debido a la crisis y pertenecen a varias comunidades de Coro como la Urbina, la Candelaria, los Médanos, la Mano de Dios, Cruz Verde, entre otras; y además de recibir alimentación se les otorga apoyo en su aseo personal y en su educación básica (ayuda con sus tareas de escuela) con un grupo de 11 maestros a cargo del supervisor Alejandro Medina.
Este almuerzo dominical para muchos niños es clave, porque algunos sólo cuentan con ella por abandono o porque sus padres no poseen la estabilidad económica para suplirles las tres comidas diarias. Este almuerzo debería cumplir con los parámetros alimenticios establecidos en la ley venezolana, cosa que por la situación actual no siempre ocurre en la práctica. En función del presupuesto y de las donaciones que llegan semana a semana los voluntarios preparan lo necesario para el almuerzo: sopa, avena, arroz, ensalada, platano frito, verduras, pasta, jugos o agua, sin olvidar la infaltable arepa, y si es posible pagar para conseguir carne o huevos, aún mejor. De esta forma los niños consiguen una comida importante, así como también una merienda y se les entrega otro poco para la cena de la noche. Eso si, cada semana la tarea se vuelve más titánica debido a que el número de niños aumenta de forma exponencial y la inflación en Venezuela no da tregua. De 96 niños que alimentaban en un principio, la cuenta ya va por los 350 y creciendo. Es por eso que Ángel acudió a nosotros para buscar apoyarles y mejorar su alimentación desde nuestros países.
Les adjunto imágenes de las actividades para que magnifiquen el trabajo de los voluntarios.
Aquí es donde entramos nosotros. Ángel cuenta conmigo (y con muchos otros) para poder mantener esta cruzada solidaria en funcionamiento y no pretendo decepcionarlo en lo absoluto. Desde Chile haré campaña para poder enviar la mayor cantidad de dinero posible y poder seguir alimentando a estos pequeños que no tienen ninguna culpa de lo que está sucediendo en su país. Muchos de ellos están solos y buscando salir adelante con lo poco que tienen. Ángel me contó la historia de un niño de 8 años que fue abandonado por su padre, por lo que su madre debió emigrar y buscar enviarle dinero desde el extranjero. Este niño, además de autosuplirse, debe mantener a sus hermanos de 2 y 3 años. Ese es el nivel de precariedad que estamos buscando apoyar.
Según nuestros cálculos cubrir la comida de cada niño durante ese domingo tiene un costo aproximado de 3 USD (2000 pesos chilenos), para que sepan cuan grande puede ser el aporte de cada uno. Existen sistemas de envío de dinero desde Chile a Venezuela por medio de casas de cambios que transforman los pesos chilenos a bolivares soberanos y llegan en menos de 24 horas a las cuentas de débito en Venezuela. Lo mejor es poder reunir todo primero en una cuenta para así enviarla toda junta, ya que estas casas mejoran las tasas de cambio si uno envía una cantidad mayor. Cualquier persona que desee cooperar por favor contácteme por estos medios:
Facebook Apuesta por la Ruta – Blog de Viajes: https://www.facebook.com/apuestaporlaruta/
Instagram @apuestaporlaruta: https://www.instagram.com/apuestaporlaruta
Whatsapp Hilton Peña Rivera: +569 94892767
Al contactarme podré enviarles la cuenta a la que pueden depositarme, dinero que será apuntado y llegará en su totalidad a las cuentas venezolanas de Ángel y la fundación Mega Visión, todo respaldado por comprobantes y pruebas tangibles. Si su nivel de confianza para usarme como intermediario no es suficiente, pero aún quisiera aportar, le aconsejo que lo haga directamente en la empresa Quickex (Santo Domingo 979 Local 11, Santiago de Chile) o hacerlo online en https://www.quickex.cl/ y desde ahí realizar un depósito o transferencia a cualquiera de estas cuentas en Venezuela:
Fundación MEGAVISION
RIF J400922666
Banco del Tesoro – Cuenta Corriente
N° Cuenta: 0163 0318 66 3183002017
inversionesreizaga@gmail.com
Dirección: Sector La Urbina Km7, Coro, Estado Falcón, Venezuela
Ángel Rodríguez
CI: 20681075
N° Cuenta: 01080272520100202484
Banco Provincial – Cuenta Corriente
inversionesreizaga@gmail.com
Dirección: Los Claritos, Coro, Estado Falcón, Venezuela
Luego de hacer el depósito, con gusto pueden acercarse conmigo para informarle a Ángel que ese dinero va para los almuerzos de los niños o sino le envían un email personalmente. Quickex sólo trabaja con Chile y Perú, si están leyendo este post, buscan ayudar y son de otro país, no duden en contactarme y les enviaré la mejor alternativa. Yo he comenzado enviando mis primeros 25.000 pesos chilenos (37,5 USD) para dar el ejemplo ante esta comunidad y poner mi granito de arena compartiendo esta publicación y también donando dinero. Desde ya nuestro más profundo agradecimiento a cualquiera que ponga un de su parte para hacer de la vida de estos niños un poco mejor. ELLOS NO TIENEN CULPA DE LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO EN SU PAÍS, ELLOS CUENTAN CON NOSOTROS Y NO VAMOS A DECEPCIONARLOS!