Finalmente, había llegado. El plan resultó a la perfección y lo que sería un vuelo directo de Santiago a Sydney para comenzar mi visa Working Holiday de un año en Australia, terminó siendo una travesía cruzando Perú, México, Estados Unidos, el archipiélago de Hawaii y finalmente el país de los canguros. ¿El precio? Una locura, 850 USD en total los 7 vuelos.
(Si vienen recién llegando a Australia les recomiendo entrar a esta guía de mis amigos de Brújula y Tenedor).
Sería una corta estadía en Sydney sólo para realizar algunos trámites de urgencia ya que había decidido con anterioridad probar suerte en el oeste del país, comenzando en la ciudad de Perth. A mi juicio, las prioridades a la hora de arribar a Australia son:
- Comprar una sim card telefónica para comunicarse dentro del país. Yo escogí la compañía Telstra a pesar de ser la más costosa, porque tiene la mejor cobertura y llamadas gratis a 20 países. Costo 30 aud por mes (22 USD).
- Abrir una cuenta bancaria. Mi elección fue con Commonwealth bank, trámite rápido y gratuito, fácil de usar y no cobran comisión.
- Si tienes licencia de conducir, validarla en el consulado de tu país para poder manejar de forma legal. Como viajaría a Perth, debía hacerlo en el consulado correspondiente para obtener el permiso en Western Australia. Costo, 13 aud (10 USD).
- Conseguir tu Tax File Number (TFN) en https://www.ato.gov.au/Individuals/Tax-file-number/
Mi primera impresión sobre Australia fue de un lugar eficiente, donde la burocracia no es un problema como en Sudamérica. Lo viví en el aeropuerto de Honolulu en Hawaii, donde un problema con mi visa y mi pasaje aéreo fue solucionado rápidamente en el mismo aeropuerto, en Sydney cada uno de estos trámites (y para los cuales dejé tres días de margen) los resolví en 3 horas. Así que afortunadamente podría gozar de la zona por unos días junto a la enorme comunidad latina del lugar.
En Sydney tuve la fortuna de parar en el suburbio de Bondi beach, probablemente la playa más popular de todo el país. Desde ahí fue fácil organizar todas mis actividades, considerando que el transporte público es fluido y fácil de comprender, sólo debes tener tu tarjeta Opal para moverte por todo el estado de New South Wales.
Pasear por las calles de Sydney significa comenzar por el CBD (Central business district) que destaca por ser el centro empresarial y de negocios de la ciudad, coronado por el famoso Sydney Opera House, el edificio con forma de vela que adorna con elegancia la bahía. A su costado, el Harbour Bridge, magnífica obra con casi 100 años de antigüedad que conecta al centro neurálgico con la zona norte.
Una grata sorpresa que me llevé en Sydney fue que durante el día domingo el transporte público cuesta un total de 2,8 aud, eso significa que tras pagar esa cantidad todos los demás viajes son gratuitos, y eso incluye buses, trenes y ferrys públicos. Aquella noticia me permitió llegar de forma casi gratuita a la hermosa Manly Beach, mi lugar favorito en Sydney. Ahí aprendería sobre estas piscinas a orillas de la playa que hay a lo largo de Sydney, y que permiten a bañistas disfrutar de nadar en aguas del Pacífico mientras no son acechados por el oleaje. Aquel mismo día volvería de Manly para retirar mis cosas y retomar rumbo al aeropuerto para volar en dirección Perth.
Perth es la capital de Western Australia y es la metrópolis más aislada del mundo. Fue el lugar donde escogí comenzar a buscar trabajo para hacer válida mi visa. Mi situación era extrema: me encontraba a 4 meses de cumplir 31 años y antes de esa fecha debía realizar mis 88 días de farmwork o de hospitality en el norte para extender la visa a un segundo año. Eso significaba que debía encontrar un trabajo duradero de forma rápida. Las próximas dos semanas fueron fundamentales para realizar dos trámites vitales en esta parte del proceso:
- Adquirir un vehículo. Esto entrega una ventaja sin igual a la hora de encontrar trabajo en el campo o sobre el Trópico de Capricornio. Pueden encontrar en sitios como gumtree.com.au, en carsales.com.au o en decenas de grupos de compra y venta que existen en la red, de preferencia Facebook.
- Buscar el trabajo que cumpla las características de la extensión. Me decanté por buscar farms en un radio de 300 kms de Perth. Las plataformas utilizadas para buscar fueron la app «Wikifarms» y las webs 88daystowork.com y backpackerjobboard.com.au.
Después de decenas de llamadas, emails, mensajes de texto y conversaciones ante un idioma inglés que se presentaba ante mí como bastante difícil de entender, logré conseguir una SUV con carpa en el techo a muy buen precio y un trabajo en una granja de naranjas en Moora, a 200 kms al norte de Perth. Aún estaba a tiempo de lograr mi cometido.
El trabajo consistía en cosechar naranjas y mandarinas, pagados en función a la cantidad que lográbamos recoger diariamente (llamado en Australia, piece rate), un trabajo que resultó ser más duro de lo pensado. Desde el futuro les digo que si no hubiese estado en la necesidad de obtener mis 88 días, probablemente hubiese renunciado al poco tiempo, pero lo cierto es que comenzar desde lo más difícil también abre muchas puertas a realizar cualquier otro tipo de trabajo duro. Fueron 7 largas semanas llegando a trabajar 18 días consecutivos, pues sólo parábamos cuando llovía y la sequía estaba intensa. El dinero, a menos que fueses del equipo de los polinésicos, era escaso, pero mientras todos vivían en el alojamiento de la empresa, yo acampaba a unos kilómetros para ahorrar un poco de dinero. Aquí viví mi primera experiencia de trabajo en Australia, hice amistades maravillosas y logré obtener más de la mitad de los días requeridos para mi extensión. Iba por buen camino.
Afortunadamente se nos informó con anticipación que a mediados de septiembre la temporada de naranjas habría terminado, lo que daba tiempo suficiente para buscar un nuevo empleo y comenzar lo antes posible. Creo que, al continuar procurando por granjas, después del primer trabajo es más sencillo encontrar otro debido a la gran cantidad de mochileros que vas conociendo y a quienes puedes consultar por información de nuevas farms. Eso, sumado a los sitios y aplicaciones ya mencionadas, hicieron que no sólo yo, sino también un compañero italiano tardáramos sólo algunos días en conseguir un nuevo trabajo cosechando arándanos unos 70 kms al sur. Tendríamos una semana libre antes de comenzar a trabajar, así que era hora de disfrutar un poco.
La costa oeste de Australia tiene atractivos de sobra para engalanar a todo un estado, un ejemplo de eso es que sólo en el transcurso de 200 kilómetros fuimos capaces de acampar durante casi una semana en lugares extraordinarios y visitar joyas como el Parque Nacional Nambung con sus pináculos de piedra o las dunas de Láncelin para hacer sandboarding o también el Parque Nacional Yanchep para admirar canguros y koalas, ni hablar de las cientos de playas de arena blanca que adornan todo el borde costero. Todo esto coronado con un fin de semana en la ciudad para disfrutar con los amigos y regresar con las pilas recargadas a esta nueva etapa de nuestra aventura laboral.
El nombre de la granja era Western Berry Company. Trabajar en una granja de arándanos (blueberries) es sencillo si lo comparamos con las naranjas. En vez de cargar diariamente 2 toneladas de fruta, los promedios de cosecha en esta ocasión son de 50 kilos por día, también pagados en función a la cantidad recogida. Un trabajo que recomiendo para completar los días de farm porque es sencillo, no requiere mayor esfuerzo físico y si llegas a ser un buen recogedor, fácilmente puedes sobrepasar los 150 aud diarios, lo cual no está mal. Fueron 7 semanas de trabajo que pasaron volando gracias a la experiencia anterior y a la gran cantidad de mochileros y contratistas que ahí trabajaban, así que cada día trabajábamos junto a personas de diferentes países y con historias que uno disfrutaba oír. Por las tardes compartíamos todos al alero de una cerveza o una cena comunitaria, capeando el calor a la sombra de los árboles o al compás de las guitarras.
Completé mis 88 días trabajando en el campo en exactamente 3 meses y 20 días desde que llegué a Australia, mi primer objetivo en el país estaba cumplido, pero mi trabajo en el campo estaba lejos de terminar: tras aquellas 7 semanas recogiendo arándanos me aprestaba a buscar nuevos rumbos, cuando la jefatura ofreció promoverme al cargo de supervisor y así obtener mi primer trabajo pagado por hora y en un ambiente que realmente estaba disfrutando. Seríamos 6 supervisores para un universo de casi 200 pickers, un cargo con más responsabilidades, pero menos monótono y más entretenido. En total fueron casi 3 meses sólo en esta granja hasta prácticamente terminar la temporada de arándanos en el norte de Perth. Western Berry fue el primer lugar que siento que puedo llamar con propiedad mi «hogar» y quienes trabajábamos allí eramos una pequeña gran familia bien cohesionada. Sepan que los llevaré en lo profundo de mi corazón.
Ahora lo importante: la postulación al segundo año de la Working Holiday Visa. Nuevamente gracias a la ayuda del blog de mis buenos amigos «Brujula y Tenedor» realizar todo este trámite paso a paso fue simple y rápido. Sólo debes ser cuidadoso de adjuntar todos los detalles que inmigración solicita incluyendo los payslips (el detalle de cada uno de tus pagos) y que contengan la información detallada de los días trabajados. De ahí en más es sólo pagar los 488 aud del valor de la visa y esperar el resultado. Yo postulé dos días antes de cumplir 31 años y con casi 100 días trabajados en el campo, por lo cual era cuestión de tiempo el recibir mi visa. Luego de 26 días ya era oficial, viviría por los próximos 20 meses en tierras australianas. De ahora en más podría realizar cualquier trabajo, sin importar el rubro o la ubicación, era hora de comenzar a ganar dinero para que esta apuesta por la ruta continúe por muchos años más.
Un comentario
Fernando Lecaros Peña
Felicitaciones Hilton por todo lo que estás logrando tan lejos de tu terruño. Feliz Año Nuevo.