Hoy les traigo la novena entrevista de este ciclo que comenzó en marzo de 2019 y en que creo debemos reflexionar sobre el rol que las mujeres tienen en esta sociedad, las injusticias que aún al año 2020 se siguen cometiendo en un mundo evidentemente machista y los desafíos en pro de laigualdad de género. En el mundo de los viajes esta situación se siente a leguas de distancia, notando la imposibilidad de muchas mujeres de viajar con la misma seguridad que un varón lo puede realizar. En mi caso particular, conozco de primera fuente lo complicado que es para una chica hacer autostop (viajar a dedo) en comparación conmigo, o quedar en casas de Couchsurfing sin que el anfitrión tenga una segunda intención o simplemente poder andar sola por la carretera en busca de cumplir los mismos sueños que cualquier otra persona amante de viajar podría tener. Y eso está mal.
Desde este lado de la tribuna les digo que es posible, que he tenido la posibilidad de conocer a decenas de mochileras que en soledad se encuentran persiguiendo esa estrella y que a pesar de que, como todo viajero, han tenido una que otra situación incómoda a lo largo del trayecto, eso nunca las ha detenido en el progreso de sus metas. Hoy por hoy, a hombres y mujeres nos toca deconstruirnos, eliminar aquellos micromachismos que a través de los años hemos adquirido inconscientemente y educar en búsqueda de la igualdad. Y lamentablemente creo que quedándonos en casa no conseguimos nada de aquello.
Dado esto, es que al volver a casa después de mi último viaje decidí hacer estas pequeñas entrevistas de 7 preguntas a algunas de las mochileras y viajeras que he ido cruzando en mi camino y así poder contar sus historias, y así contribuir a motivar a muchas de las chicas que están ahí en casa dudando si salir o no algún día. Estas mujeres que el mundo llama valientes son fuente de mi inspiración y espero también lo sean para tod@s ustedes, hombres y mujeres lectoras.
Mi novena entrevistada se llama Pamela Martínez, alguien a quien considero una verdadera ídola viajera. Hace años que vengo siguiéndola en diferentes redes sociales y hoy tengo el placer de poder llamarla amiga, consejera y cómplice de aventuras. Ella forma parte de la comunidad ACBV (Agrupación chilena de blogueros de viaje) y ha participado en innumerables proyectos como por ejemplo, 3 Travel Bloggers. ¿Cumplir el sueño de vivir viajando? Nadie mejor que ella para contarnos su experiencia. Poder contar con su voz resonando en cada una de las respuestas de este ping pong viajero es un verdadero lujo que me alegra poder compartirles. ¡Vamos allá!
- Pame, cuéntanos un poco sobre tus inicios en el tema de los viajes. ¿Cuántos años llevas viajando? ¿Tarddó mucho tiempo en hacerse realidad desde el momento que te lo planteaste? ¿Cómo nace La Brújula Viajera?
P: Debo decir que yo nací con el bichito viajero. Desde los 5 años que me vuelvo loca con los mapas, me regalaban globos terráqueos en vez de muñecas y así fui creciendo con el anhelo de ser viajera. La llegada del TV Cable me abrió un mundo donde veía y admiraba a personas que viajaban por el mundo como profesión. Con 15 años ya trabajaba pensando en irme algún día, mientras que durante mi carrera de teatro tuve la suerte de hacer varias giras por Chile. En 2005 hice mi primer viaje a Europa recorriendo el viejo continente en trenes y llevando una bitácora que redactaba tipo diario con reflexiones personales. Ahí nació el amor por la escritura y la fotografía. Luego en 2008 me presentaron los blogs de viajes y dije «yo quiero hacer eso», no para monetizar sino para demostrar que el mundo no era un lugar peligroso y también para inspirar a otr@s y ayudarl@s a viajar de forma barata. Así nace la Brujula Viajera en 2010. Lo gracioso es que mi camino fue invertido al del típico viajero: comencé haciéndolo con un presupuesto alto debido a mi trabajo de entonces y con los años he aprendido a hacerlo de forma mucho más económica, pero hoy vivo de esto y es lo que me hace sentido.
- Con toda la experiencia viajera que hoy tienes ¿Qué sientes que ha cambiado en tu mente y en tu corazón en término de miedos a la hora de viajar sola siendo mujer?
P: Es raro lo que me sucede con los miedos. En un principio sentía que todos los miedos venían solamente desde el exterior, por lo cual no hacía mucho caso. Con los años y la experiencia me siento más preparada para afrontar un lugar nuevo y eso hace que los miedos disminuyan aún más, pero por otro lado es complicado no sentir algo cuando en redes sociales se te cruzan noticias inevitables como las dos chicas argentinas asesinadas en Montañita y eso te genera un tremendo malestar en el estómago sólo de pensar que podría haber sido yo o alguna de mis amigas. Es un miedo que tengo presente, pero es sólo pasajero porque en terreno me siento mucho más empoderada y segura viajando sola comparada conmigo misma hace 13 años.
- Pame, tú eres una viajera todo terreno. Has viajado de muchas formas diferentes: a dedo, en auto, de lujo, de mochilera, sola, con pareja, con amigxs, con tu perro, de todo. ¿Cómo es tu capacidad de adaptarte a todas estas situaciones? ¿Tienes alguna forma de viajar que sea tu favorita?
P: Yo me adapto a TODO! Soy feliz viajando a dedo y poniendo carpa en el camino y feliz en un hotel, aunque ahí me pongo más estricta también: que sea un alojamiento que practique turismo responsable es básico para mi. Ahora, no haré juicios de valor sobre cuál forma de viajar / vivir es la correcta, pero si tengo qué elegir la que va mejor conmigo, es una combinación entre viajar con mis amores, ojalá en nuestra furgo, por lejos mi forma de viaje favorito (el road trip engancha fuerte) y viajar una vez al año conmigo, en completa soledad. Mi cuota anual es entre 1 y 2 meses, al tercer mes extraño demasiado y viajo con más culpa. Y viajando sola, intento además seguir traviajando online, entonces ahora doy prioridad a mi espacio, buen dormir, buen wifi y me la paso visitando cafecitos y espacios de cowork estilosos (algo que me fascina de Europa por ejemplo). Viajando sola, al menos los últimos años, es una mezcla de bajo presupuesto en el sentido de que intento vivir como un local en las ciudades yendo al mercado, cocinando para evitar restaurantes, usando el transporte en vez de tomar tours, pero le sumo presupuesto al alojamiento y hoy en vez de ser una cama en pieza compartida de hostal, es un airbnb. Si tuviese que elegir sólo una forma de viaje favorita creo que me quedo con el road trip, de seguro.
- Considerando que esto va enfocado hacia el hecho de que durante muchos años has sido una mujer que ha desafiado las fronteras, muchas veces en soledad, ¿Te adelantas a las posibles amenazas del camino? ¿A qué cuidados has tenido que recurrir en tu vida viajera para proteger tu integridad?
P: Creo que mi estilo de viaje me ha hecho sentir tranquila y así no tener que extremar cuidados o andar paranoica por ahí. Mi estilo es muy casero, no salgo sola de noche, reduzco las posibilidades de peligro desde un principio. Además, siempre que viajo sola estoy en pareja, entonces no salgo a carretear (de fiesta) o a andar aceptando tragos de desconocidos. Nunca he viajado armada, en 2005 un ex novio me regaló un gas pimienta para uno de mis viajes en Europa y ni siquiera lo metí en mi maleta. Nunca en 15 años de viaje me he sentido en un real peligro, he vivido situaciones complejas como todos, pero nunca recurrir a armas o artes marciales o nada. Si hay que correr, tengo buen estado físico para arrancar. Cuando otras chicas me preguntan si me da miedo viajar sola, lo primero que invocan es a las noticias de tragedias, asesinatos de mujeres viajeras y más, pero los medios van a mostrar siempre eso, no al otro millón de mujeres que viajan solas felices por el mundo. El que no arriesga no gana, apaga la tele, o mejor aún, deshazte de ella. Todas partimos con miedo, escuchando sobre violaciones y trata de blancas, pero al final lo cierto es que, si te llevas bien contigo misma, esto puede ser muy adictivo. Me encanta mi soledad y creo que la única manera de ir venciendo los miedos para viajar sola tranquila fue apagar la tele y dejar de ver los medios que muestran lo negativo de cada país, que nos predisponen a prejuicios y malas energías. Finalmente, si creemos que el peligro se aproxima, más lo vamos a atraer, soy una convencida de eso.
- Considerando la evolución desde que creaste La Brújula Viajera hasta los tiempos actuales donde lidiamos con marcas publicitarias, canjes y redes sociales, ¿Cómo ha sido el proceso de buscar sobrevivir en el mundo de los viajes, consiguiendo la solvencia económica suficiente para convertirlo en tu propia vida?
P: Justo este año La Brújula Viajera cumple 10 años desde que empecé escribirla, en aquella época les mandaba el enlace privado a mi familia y amigas después de algún viaje. Me aburría en los carretes el contar la misma historia a cada rato, entonces así podían leerla con fotos y todo. Ellas me motivaban a que lo hiciera público, que tomara clases de escritura porque tenía buena narrativa, así que en 2011 lo hice, hasta hoy sin ningún ánimo de ganar plata. Para mí, es un medio para conocer gente interesante, otros bloggers con mi forma de pensar, que gusten del nomadismo, el vivir el ahora, etc. También, el poder inspirar a otras mujeres y a todos quienes creían que viajar era un lujo de millonarios. Puede sonar raro, pero hoy no tengo un sueldo que me sustente vivir en una ciudad como Santiago de Chile, pero si uno que permita moverme como mochilera. Lo de los traviajes nace cuando un fan de mi blog que era dueño de una agencia que era pioneras en viajes de estudio, me entrevistó para ser guía de viajes y así conocí destinos que estaban muy fuera de mi presupuesto, por primera vez me pagaban por viajar. Luego, siguiendo metiendo energías en el blog, me enamoré de la escritura y la fotografía, tomé cursos online de crónicas de viaje y poco a poco fui conociendo gente que empezó a abrir un nuevo mundo para mí, colaborando en medios, muchos por amor al arte, hasta que eso me llevó a trabajar en la revista de un banco donde edito y redacto la sección de viajes. Hoy soy una nómada digital que mezcla el hacer turismo con el trabajo desde cualquier rincón del planeta, enviando mis artículos y recibiendo pagos en linea. Requiere disciplina, no quiero sonar como la vendehumo que te dirá que abras un blog, sé embajador de las marcas y viaja gratis por el mundo. A propósito de las marcas, creo que los años aprendí y entendí, por ejemplo, con qué marcas quiero trabajar. No voy a publicitar agencias que hacen turismo con animales o que ofrecen productos que no tienen relación alguna con viajes, porque no es el contenido que mis seguidores buscan en mis redes. El gran sueño de mi vida es fotografiar un lugar como África, y de no ser por la pandemia actual, en este momento debería estar en un viaje por el sur de aquel continente como fotógrafa documentalista. Pero bueno, África seguirá allí..
- Después de todo lo que has aprendido en el camino.. ¿Qué es para ti viajar?
Para mí viajar es mucho más que irse de vacaciones. Viajar es VIDA, y como tal, no puedo vivir sin los viajes. Son mi oxígeno y la vida como tal tiene sus matices. Y viajar es eso: sentirse en la gloria pero también preguntarse qué mierda hago aquí. Y el camino va respondiendo esas preguntas. Eso es viajar para mi: conectar, entender, aprender, soltar. Viajar es hacerse amigo de la incertidumbre. No es escaparse, es buscarse (y no siempre encontrarse).
- Finalmente, ¿Qué le dirías a aquella chica que leerá esta entrevista y para quién eres una inspiración viajera?
Para seguir todas las anécdotas, fotografías e historias viajeras de Pamela síganla en sus redes sociales:
Sitio web ‘La Brújula Viajera’
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Un comentario
Jose Pino
IN-CRE-I-BLE. Me encanta completamente tu artículo. Me gustaría que todas las mujeres pudiesen viajar sin sentirse inseguras, pero lamentablemente, es algo que no se puede hacer mucho. Tanto los hombres como las mujeres han de ser precavidos y cuidadosos en determinadas situaciones. ¡Bravo por las entrevistadas!